Así es Pegasus, el invisible programa israelí que da alas a los servicios de inteligencia
Gobiernos de todo el mundo usan este software para luchar contra el crimen organizado y el terrorismo, aunque en muchas ocasiones se utiliza para espiar a adversarios políticos y mandatarios de otras naciones
Según la mitología griega, Pegaso fue un caballo alado que se codeaba con los mismísimos dioses del Olimpo. No resulta extraño, por tanto, que la compañía israelí NSO tomara prestado el nombre de este mítico equino para bautizar a su software espía al servicio de los todopoderosos gobiernos de medio mundo. En España, según una investigación publicada por ‘The New Yorker’ y ‘The Citizen Lab’, se ha utilizado para acceder a los móviles de 60 políticos, periodistas y empresarios independentistas, entre los que se encuentran el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, y el diputado de esta formación en el Congreso, Jon Iñarritu. Un uso de lo más polémico, ya que en teoría los ejércitos, servicios de inteligencia y las fuerzas policiales sólo deberían utilizar a Pegasus para luchar contra el crimen organizado y el terrorismo con la pertinente autorización judicial.
Se da la curiosa circunstancia de que, pese a ser empleado por los gobiernos de muchos países, Pegasus funciona de forma muy similar a cualquier virus informático creado por cualquier grupo de hackers antisistema. Eso sí, hay una importante diferencia respecto a otros ejemplos de software malicioso. En la mayoría de las ocasiones no es necesario abrir ningún archivo para infectar un ordenador o un móvil, ya sea Android o iPhone, por lo que su ejecución es totalmente invisible para sus víctimas.
Es lo que sucedió con un ataque masivo en WhatsApp ocurrido en 2020 a través de una llamada perdida de vídeo que no requería respuesta ni acción alguna por parte del usuario. La transmisión del código malicioso provocó el hackeo de 1.400 teléfonos en todo el mundo. De hecho, el servicio de mensajería, propiedad de Meta, no dudó en demandar a la empresa israelí, que se defendió recordando que son los gobiernos a los que vende su tecnología los responsables de su buen uso.
En otras ocasiones, los servicios de espionaje optan por instalar falsas antenas de telefonía cerca de sus objetivos para interceptar y redirigir sus comunicaciones hasta páginas que instalan programas maliciosos sin que lo sepan. Hay también quienes eligen procedimientos más tradicionales, como enviar mensajes con enlaces de falsas invitaciones a eventos, como el Mobile World Congress de Barcelona, para infectar los dispositivos móviles de sus objetivos con este spyware.
Además de poder acceder a mensajes, fotos y demás documentos guardados en los móviles hackeados, este programa también permite utilizarlos para espiar en tiempo real a sus víctimas. ¿Cómo? Usando sin que lo sepan las cámaras y micrófonos de sus propios dispositivos. De esta forma, se consigue transmitir el audio de sus conversaciones y reuniones privadas con suma facilidad.
Geolocalizados en todo momento
Pegasus también hace posible que los espiados estén geolocalizados en todo momento y leer todos sus mensajes, aunque estén encriptados por Telegram, WhatsApp y demás servicios de mensajería. Asimismo, se pueden hacer gracias a este spyware capturas de pantalla, revisar el historial de navegación y acceder a los archivos guardados en las nubes de Google, Amazon o Apple.
La única forma de dejar de convertirse en una víctima de Pegasus es cambiar de teléfono, ya que en la actualidad no existe ninguna tecnología capaz de borrar este programa espía de sus memorias internas. Y todo ello pese a que se trata de un software con al menos seis años en el mercado. La noticia sobre su existencia se desveló por primera vez a raíz del asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi, aunque todo parece indicar que se lleva utilizando desde 2010.
Diez años después, el Ministerio del Interior, la Policía Nacional y la Guardia Civil negaron haber usado este software para espiar a políticos y otras personalidades catalanes y vascas. Sin embargo, las informaciones sobre una lista de 60 representantes independentistas que presuntamente han sido víctimas de Pegasus parece contradecir la versión oficial del Gobierno.
Herramienta de espionaje de los gobiernos
El propio consejero delegado de NSO, Shalev Hulio, ha explicado a ‘The New Yorker’ que «casi todos los gobiernos de Europa utilizan nuestras herramientas» después de recibir la aprobación de sus respectivos ministerios de Defensa. Alemania, Polonia y Hungría han confirmado que utilizan Pegasus y las fuerzas de seguridad belgas también lo usan, aunque no lo reconocen públicamente. En todo caso, la compañía israelí insiste en que el uso de este programa, que se limitaría a la persecución de criminales y terroristas, cuenta con sistemas de salvaguardia para evitar abusos.
Sin embargo, este software habría sido utilizado por países como El Salvador o Marruecos para investigar a periodistas y activistas contrarios a sus gobiernos. Incluso se llegó a acusar a los servicios de inteligencia marroquís de intentar espiar al presidente francés, Emmanuel Macron.
También el Número 10 de Downing Street, habría sido un objetivo de Pegasus en un ataque tras el que estaría Emiratos Árabes Unidos, según diversas informaciones periodísticas. Y todo ello a través del acceso a un dispositivo conectado a la red de la residencia oficial del primer ministro británico el pasado 7 de julio de 2020. Un ejemplo más del uso indiscriminado de un programa capaz de dar alas a los servicios de espionaje en un mundo ciberconectado
Fuente:elcorreo.com