La batalla de los influencers
Una profesión que no deja de evolucionar
Desde que surgió la pandemia, los que generan contenidos para aumentar el nivel de conversión de una empresa han visto cómo su futuro se tambaleaba. Muchos expertos vaticinaban el fin de esta fórmula de marketing. Otros acertaron con sus predicciones al subrayar que sólo permanecerían los mejores.
Poco a poco se sigue observando como estos profesionales diversifican sus propuestas. Ya no se limitan a Instagram o Facebook, ahora también usan Tik Tok, Youtube y Twitch para lograr sus objetivos.
¿Cuál es la red social más rentable?
A la hora de analizar dónde consigue un influencer la máxima rentabilidad es necesario mencionar las cifras que se manejan en cada una de ellas. Dependiendo de su número de seguidores, sus ganancias se dividen así:
Instagram. Entre 10 y 500 dólares por cada post patrocinado para nano (hasta 5 000 seguidores) y micro (hasta 100 000 seguidores) influencers. Los que tienen más seguidores o macro influencers (entre 500 000 seguidores y más de un millón) podrían cobrar hasta 10 000 dólares.
Youtube. Un máximo de 200 dólares para los dos primeros grupos y de hasta 20 000 dólares para los profesionales más conocidos.
TikTok. Con más de 10 000 seguidores se pagan 100 dólares por vídeo. Los más conocidos alcanzan cifras que superan los 100 000 dólares.
Twitter. El dinero se consigue aumentando el número de afiliados, promoviendo sorteos o con ventas directas. Las cifras no han transcendido.
Facebook. Lo habitual es que se compartan vídeos de otras plataformas, pero no que sea usado como tal por un influencer para vender un artículo.
Las tendencias del futuro
Si bien los encargados de influenciar en los clientes parecían haberse estancado, los nichos de mercado por explorar se convertirán en su tabla de salvación. Será el año próximo cuando comiencen a experimentar nuevas maneras de vender. Entre otras, usarán las siguientes:
- Un tono más natural. El objetivo es que el cliente potencial no considere su vídeo como un anuncio, sino como una recomendación.
- El desarrollo de la filosofía empresarial. Más que vender referencias concretas, también se tendrán en cuenta los valores de la marca. Factores como el respeto al medioambiente, entre otros, marcarán la diferencia.
- La apuesta por la inclusión social. Los colectivos menos favorecidos, las personas con discapacidad y aquellos que, hasta ahora, habían sido olvidados por las grandes marcas serán un filón a explotar.
- El vídeo seguirá siendo el formato preferido. La edición será menos profesional para lograr el ya comentado acercamiento al posible cliente final.
Durante los próximos meses, los influencers tendrán que darle una vuelta de tuerca a sus planteamientos para seguir teniendo la confianza de las marcas. Solo los que se adapten a los cambios que se avecinan podrán seguir adelante con su labor profesional. Reinventarse o morir será el lema de los que han controlado el marketing en estos últimos años.
Fuente:socialfuturo.com